sábado, 21 de abril de 2012

Treinta días de escritura. Día 24

24. ¿Qué tan dispuestos estas tú a matar un personaje si la trama lo demanda? ¿Cual ha sido la forma más interesantes que has usado para matar a un personaje? (How willing are you to kill your characters if the plot so demands it? What's the most interesting way you've killed someone?)
Ya contesté a esta pregunta hace tiempo, en este otro artículo. Matando personajes He matado a algunos más desde entonces, aunque en general mi respuesta no ha cambiado. Un personaje que está destinado a morir, muere. A veces te preguntas si estás tomando la decisión correcta, si a ese personaje no le puedes sacar más partido dejándolo vivo... pero la historia es la que es, y la muerte tiene mucho peso, evitarla hace cambiar por completo la historia que estoy contando. Por eso, los personajes destinados a morir siempre han terminado muertos.

En el anterior artículo hablo de un personaje destinado a morir dos veces en dos historias distintas. Es curioso porque quizás ese personaje es, en cierto modo, un alter ego; si hay personajes que son como me gustaría ser, otros reflejan mejor cómo soy realmente y terminan siendo los que mato. Me ha pasado también en otra novela, una muerte que en realidad no tenía sentido en la trama, y quiero reescribir esa novela y quitar ese personaje justo porque he puesto demasiado de mí en él. Es como si quisiera que no me veáis y, cuando noto que estoy dando demasiado, castigo al personaje por ello. 

Hay muertes reales en mis relatos que no se ven. En El Pianista y Carretera a París. No están ambientados en Francia por casualidad, no es casual que uno de los personajes termine viajando hacia París mientras el otro se queda atrás. No es casual que el que sigue ese camino sea el monstruo y que el que se queda sea apocado y cobarde. La cuestión es que no es algo que fuera consciente, me di cuenta después. Hay cosas que se cuelan en lo que escribes aunque no quieras.

En la última novela que he escrito, me costó mucho matar a un personaje. Hasta el último momento dudé, deseaba dejarlo con vida, pero me habría cargado la mitad de la trama y no era plan xDDDDD esa muerte sí que me ha costado, habría preferido mata a cualquier otro de los que sobreviven. 

En cuanto a las formas más interesantes de matar un personaje, pues es que si lo comento estoy haciendo spoliers, pero una de las más bonita que creo haber narrado es en El orbe de los dragones, donde uno de los personajes muere durante un hechizo, dejando parte de su esencia en el conjuro, pero sin estar realmente ahí. Es como decir que nuestras obras nos sobreviven, y son parte de nosotros, pero no estamos realmente ahí.



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