sábado, 26 de febrero de 2011

Crónica de la 1ª KDD Multiversera 3ª parte

El domingo nos levantamos pronto, amenizados por una serenata que se oía desde el balcón, el hostal tenía cocina, donde desayunamos, y también tenía un salón, donde nos acoplamos después de desayunar. El salón era una habitación más grande que el Entrelíneas y sin pilares en medio, con mucha luz y cómodos sillones. Allí hicimos la sesión de firmas, yo esperaba que no pidieran ninguna firma, pero no hubo suerte y Ana se traía mi Nanoedición: Demasiado Lejos (¡es más mona! ¿No la habéis impreso?) y Null también me sacó amenazante su ejemplar del Calabazas: Tijeras. No había forma de escaquearse así que estuve un rato pensando qué demonios poner, eso sí, con mucho cariño, y al final conseguí escribir un par de frases, que no es que sea gran cosa, pero creo que voy mejorando.

El resto de la gente firmaba como auténticos profesionales:


Entre firma y firma, me contaron las aventuras nocturnas de Manchi, algo de que se había emborrachado y había dejado extraños mensajes en el foro. Manchi lo negó todo con vehemencia y señaló a Viento acusadoramente y a Landy con gesto acusador mientras Null, esa chica con apariencia de angelito inocente, le pedía una firma para su Tijeras. Los chicos lo negaron todo y se encogieron de hombros y,  cuando tuvo el libro firmado en su poder, Null admitió que no es tan angelito como parece y dejó las dotes detectivescas de Manchi por los suelos.

Después intenté dejar un mensaje en El Multiverso con el pc de Manchi, pero era muy complicado, al menos no lo rompí. También me metieron mucha prisa mientras escribía, porque habíamos quedado en algún sitio. Salimos del hostal y, como no nos apetecía meternos en la lata de sardi... digo, el ascensor, bajamos por las escaleras.

Las escaleras del hostal son más amplias que el ascensor, de vieja madera, marcados los escalones por la huella de muchos años de intenso tránsito pero perfectamente limpios, brillantes y encerados. Bajamos con cuidado, un escalón tras otro cuando, en un rellano, oigo un fuerte golpe a mi espalda, me vuelvo y veo a Invierno tirado en el suelo. No, no hay foto de eso :(  No le pasó nada, tranquilos, fue solo el vil intento de las escaleras por acaparar el protagonismo.

En la calle hace un día espléndido, brilla el sol, hace calor. Decidimos no entrar en el metro, bautizado por mis compañeros como "El laberinto del Minotauro" y fuimos andando hasta el punto de encuentro mientras nos preguntábamos por qué no pillamos un día así el sábado. En el punto de encuentro nos reencontramos con Leo, Almu y el MAL y decidimos volver a desayunar. El MAL volvió a intentar llevarnos al café pijo donde sospechábamos que le daban comisión pero estaba lleno también y alguien propuso ir al McDonnalds donde ¡había sitio para todos! Nos sentamos allí, se estaba muy bien y empezamos a cotorrear sin parar. Hablamos de editoriales, de escritores, de libros,  aproveché para autoinvitarme a casa de Erein para las fallas (^^) y nos reímos muchísimo aunque flotaba ya en el aire el aroma a despedida.




Fue ya el final, después de eso unos cuantos se tenían que ir ya para el aeropuerto a los otros nos quedaban apenas un par de horas, fue entonces cuando, antes del salir del McDonald, el MAL me dijo que no entrara al servicio allí, que lo hiciera en la Fnac... Yo, inocente de mí, le hice caso al MAL, en la puerta del McDonalds tuvimos la primera despedida emotiva y nos quedamos Erein, Landy, Invi, Scarlet, el MAL y yo, que nos fuimos a la Fnac.

Los servicios estaban arriba y, por supuesto, antes de ir había que pasar por todas las plantas y dar vueltas y vueltas, yo estaba ya desesperada cuando llegamos arriba, voy a entrar y... suena un pitido. Vuelvo a intentar entrar y... suena otro pitido, un guardia que hay allí me mira directamente y me acerco a él sin entender qué pasa. Saco mis libros y se los tiendo pero ninguno de ellos es lo que pita, se lleva mi bolso, tampoco pita, luego la mochila... Es la mochila lo que pita :( Empiezo a sacar cosas, pero el hombre se desespera y me dice que no, que entre y que luego a la salida ya me registrarán. Asiento y entro corriendo al baño ¡por fin! Cuando salgo Invi y Scarlett se han marchado ya, a toda prisa y sin poder despedirse, entonces descubro las maravillas del baño de la Fnac: un lababo fashion que no tiene forma de lavabo porque es cuadrado y plano y, sobre todo, un aparato para secarse las manos que es ¡superfashion! El mal rato antes de entrar ha merecido la pena. ¡Ah! Y al salir de la Fnac la mochila no pitó, aquello era solo una trampa para los incautos que suben al baño ¬¬

Quedábamos Landy, Erein el MAL y yo y nos fuimos a comer a un sitio que hacen pollo frito. Landy no sabía dónde se había metido, pues el nivel de cotorreo de las tres es bien grande, pero él mantuvo el tipo. Lo convencimos para que se presentara al calabazas. Terminamos la kdd muy optimistas respecto a esta convocatoria, ¡convencidos de que vamos a entrar todos nosotros y nuestros amigos!: Yo, Erein, Manchi, Null, Adri, Landy, Invi, Leo, Patapalo... (modo publicidad on: aprovecho para recordar que dentro de nada sale el Calabazas: Peste, donde han escogido a un montón de buenos autores y, además, también sale un relato mío. Tranquilos que es corto y además después de leerlo podréis collejearme por meterme con las escenas gore de Leo :p ). Hablamos también del Reto, del Teseo (recién convocado, ¡participad!), del proyecto (Per)Versiones, que no tenía tema y Erein me sugirió uno y bueno, de todos los concursos donde nos presentamos en general.

Después de la comida nos fuimos ya para el metro, donde nos despedimos de Landy y Xa y Erein y yo nos fuimos a la estación de autobuses, cotorreando sin parar. Llegamos con el tiempo justo y nos despedimos allí. Me subí al autobus. No tardó en arrancar, yo saqué Texturas del Miedo del bolso y lo abrí. Se me humedecían los ojos. Intenté leer pero estaba emocionada así que miré por la ventanilla, salíamos de la ciudad. Y entonces noté cómo una lágrima solitaria se escapaba del ojo izquierdo y resbalaba por la mejilla...  (No es coña para aligerar el momento emotivo, realmente pasó así ). Estuve todo el viaje de regreso muy moñas, leyendo y recordando a partes iguales. El viaje transcurrió sin incidentes... bueno, ahora que recuerdo en la parada que hace a mitad de camino por poco me equivoco de autobus y vuelvo pa Madrid, pero me di cuenta a tiempo.

Ains!!! ¡Lo pasé genial, chicos! ¡Qué ganas de hacer otra kdd!!


Las fotos que acompañan esta entrada y las dos anteriores son de: Ana Morán, María Eijo, Diana Muñiz y Sergio Macías.


martes, 22 de febrero de 2011

Crónica de la 1ª KDD Multiversera, 2ª parte

La presentación de Texturas del Miedo y Cuentos inhumanos.

Después de la entrega de camisetas ya parecíamos oficialmente una secta y nos fuimos todos hacia el Entrelíneas para ver la presentación. Vilar-Bou, que presentaba su libro junto a Leo debía estar pensando "en donde me he metido" o "quiero irme a mi casa", bueno, esto último y teniendo el cuenta los cuchicheos y el intercambio de folios que iban de un lado a otro, seguro que también lo estaba pensando Leo. 

No tardamos en llegar, el Entrelíneas es un sitio bastante pequeño, lleno de estanterías con libros, algunas mesas y un enoooorme pilar justo en medio de la sala, nos sentamos rápidamente antes de que llegara más gente y nos quitara el sitio y allí ¡por fin!! me enteré de los malvados planes para sabote... digo, animar la presentación. Las chicas sacaron una batería de preguntas preparadas ya, mientras el MAL improvisaba alguna, sacaron folios en blanco ¿para qué? me preguntaba, pero la respuesta vino junto al rotulador verde de Erein. ¡¡Iban a hacer carteles!! ¿Carteles de apoyo? ¡¡Por supuesto!!



 Pero el plato fuerte aún era más especial, se pasaron los folios unos a otros, todos motivadísimos, esperando el momento, después hubo dudas: que si antes de la presentación no, que si en medio tampoco, que si esperar a que no hubiera tanta gente, que si mejor en la puerta... pero ya hablaremos más adelante de eso.

La presentación corrió a cargo de Nachob, no sé si hay video de ella, pero fotos sí tenemos


 Más o menos mi punto de vista, aunque la foto no es mía, la pared de la derecha es el pilar que comentaba antes. Están Nachob, Leo, Verónica Leonetti (la ilustradora de cuentos inhumanos) y Vilar-Bou al que no se le ve mucho.

 El maestro de ceremonias

 Otra foto de los autores

El público entregado:



Empiezan las preguntas incómodas


 También hubo preguntas incómodas para Vilar-Bou

Siempre hemos sospechado la divinidad de Leo


Más o menos os podéis hacer una idea por las fotos, al principio Leo parecía un corderito camino al matadero que estaría pensando: "Yo os mato, os mato..." bueno, no, Leo pensaría: "Os destripo sobre una alfombra de motivos indios llena de hormigas y os vomito encima ¡Y sin calculadora!" (Ah ¿qué no habéis leído todavía "Texturas del miedo"? Pues ya tardáis :p) y Vilar-Bou parecía tranquilo pero seguro que se estaría preguntando si esa gente rara con las camisetas negras serían peligrosos.

La presentacion estuvo muy bien, era la hora de la siesta y me preocupaba quedarme dormida (recordad que tenía el penalizador de dormir en el autobus y estar dando vueltas desde las siete de la mañana, no es que suela dormirme en las presentaciones como algo habitual, aunque la verdad es que el que apaguen de pronto las luces tampoco es que ayude mucho), pero no fue así, resultó muy amena e interesante. Nachob presentó primero el libro de Vilar-Bou y después el de Leo, le hizo preguntas a los tres, después empezó una ronda de preguntas con el público entregado en el que no se intentó poner nerviosos a los autores ni hacerles preguntas incómodas, por supuesto, todo resultó muy distendido, como se puede ver en las fotos. Una cosa que me llamó la atención fueron los últimos relatos que cierran las dos antologías. En Texturas del miedo es "Basilio Figueroa", en Cuentos inhumanos "El laberinto de la araña". La cosa es que los autores hablaban de estos relatos como si fueran algo especial, no necesariamente los mejores pero sí los más personales de las antologías y me llamó la atención porque los dos libros parecen muy distintos y, sin embargo, el relato más personal en ambas está colocado en último lugar. No sé, me sonó como a que el autor quiere reafirmarse, que el lector se quede con la sensación de que le está diciendo: "Sí, este soy yo" al cerrar el libro. No lo pregunté, todo esto son divagaciones mías, pero es algo que me llamó la atención.

Después de la presentación me compré el libro de Leo, para que me lo firmara. El caso es que dudaba si comprarmelo o no, porque a mí el terror no me gusta (Sí, lector inocente, lo de que Basilio Figueroa es una novela rosa era sólo un intento deliberado de fastidiar a Leo) y Leo además mete algunas escenas... poco agradables, y yo soy muy aprensiva con ciertas cosas. Pero claro, también me sentía muy orgullosa de él y quería leerlo como habían hecho todos ¡¡Y que me lo dedicara!! Así que al final lo compré. El libro de Vilar-Bou no lo compré, no me llegaba el dinero para los dos :(

Para la presentación se nos unió Ni, cuando la vi recordé que me había dejado su libro (Ni, en serio, el microrrelato está muy de moda :p) en el hostal. A pesar de ser la fundadora del Biwi, enseguida se unió a los planes malvados del Nema y el MAL nos dejó escuchar la música que sonaría de fondo. Hablamos un rato mientras Erein investigaba donde estaba el servicio, me informó que era bajando unas estrechas escaleras y hacia allí me dirigí. Por el camino vi a Nachob, el maestro de ceremonias. Yo a Nachob lo conocía por internet desde hace un montón de años, cuando los dos pasábamos por Ociojoven, y tenía muchas ganas de conocerlo en persona y saludarle... pero no me atrevía. Primero dudé, pero luego me dije: "Tú eres tonta, pa'lante" y  antes de que tuviera tiempo de arrepentirme me presenté (con Solharis no me atreví, que dos ya era mucho y también porque no estaba segura de quien era. ¡Lo siento, Solharis! :(  A ver si la próxima). Nachob es tan majo en persona como por internet y estuvimos hablando un rato y discutiendo con Leo y Vilar-Bou sobre métodos de escritura. A Vilar-Bou tampoco me atreví a decirle que yo era la loca que lo había asaltado por el FB preguntándole: "¿porqué qué me has agregado?" Que no iba con mala intención, era por si lo conocía de antes y no me acordaba...

Una de las cosas que me he dado cuenta con esta kdd es que tengo que tener una fama de borde y gruñona por internet impresionante, vamos, que el apodo que me han puesto de Raetenmeyer iba justificado. Posteo intentando ser diplomática: "¡Ahi va, lo que ha dicho!" "¿Yo? ¿Qué? Si he sido diplomática..." (Era diplomacia, de verdad). Luego intento animar a Viento y lo que hago es acojonarle :s Y no es mi intención, pero me sale así :s Durante el trayecto de vuelta me emparanoyé pensando que a lo mejor os presiono demasiado y que debo ser muy pesada... pero bueno, de las paranoyas del trayecto de vuelta ya hablo más adelante.

Caballero me dijo que era su correctora favorita ¡Es más lindo! Ana en cambio no dejaba de meterse con mi atracción hacia los personajes calzonazos o psicópatas, como si solo me gustaran los personajes así, y no, también me gustan los personajes normales, algunos, unos pocos...

Nos echaron del Entrelíneas, momento de confusión. ¿Dónde está Leo? ¿Dónde está el comando Nema? Lo hacemos fuera. Fuera llueve. Falta gente. ¿Dónde vamos ahora? Bueno, luego. Va, al final no lo hacéis. ¡Que sí, ya verás! 

Salimos hacia una cervecería que no estaba muy lejos, allí Melkor tenía contactos y nos hizo bajar por unas  amplias escaleras hasta un sótano mucho más grande que el Entrelíneas y sin pilares en medio. Allí Melkor puso música mientras los compinchados se miraban unos a otros. Fue el MAL quien vio la oportunidad y rápidamente se acercó al armario del que salía la música y se apropió de él, las primeras notas comenzaron a sonar. Llamaron a Leo, que no sabía bien qué estaba pasando y puso cara de cervatillo asustado.

¿Esto es por mi?


Citando a Erein: 
Texturas del miedo = 14 euros
pizzas = 8 euros
La cara de Leo mientars le cantábamos, no tiene precio

Después del momento cumbre de la noche, la gente se desperdigó un poco, algunos se fueron al hostal a dejar las maletas, otros buscaban un cajero, se hablo de ir a cenar, o de pedir pizzas y que nos las trajeran allí, seguía lloviendo. Al final la opción que ganó fue la de no movernos mucho y quedarnos allí., mientras esperabamos las pizzas el MAL nos estuvo contando cotilleos de Johnny Depp y alguien a quien yo no conocía pero que desde luego era algo traumático. También se habló de pijamas de terciopelo azul y temas variados, lo normal entre escritores. La gente que se había marchado regresó y la llegada de las pizzas fue celebrada por todos.


Las pizzas fueron todo un éxito


Yo estaba cansada, muy cansada. Si es que estoy yo ya muy vieja para estos trotes. La gente propuso entonces irnos al hostal aunque no era demasiado tarde. Nos despedimos de los madrileños y para allá nos fuimos, el plan era sentarse en el salón a charlar un rato, que no habíamos apenas hablado (ejem) durante todo el día, pero no sé porqué no lo hicimos. Lo que pasó fue que se metieron todos en una habitación a cotillear y... no sé qué pasó porque yo estaba tan cansada que me acosté. Sí, todos se extrañaron de que me perdiera la sesión de cotilleo pero me quedé dormida en seguida y no me enteré de cuando la gente entraba o salía de la habitación, ni de la serenata que estaban dando fuera, creo que entre sueños sí oí el golpe que se dio Bry al bajarse de la litera, pero todo está confuso. Al día siguiente me contaron lo que había pasado, por lo visto Manchi se había emborrachado y Null, que hasta entonces tenía fama de buena, aprovechó para cogerle el ordenador y ponerse a hackear. Naturalmente, Manchi lo negó todo y Null intentó convencernos de que ella es buena... pero eso mejor lo cuento en la tercera parte.

Cool Cats


Añado la letra de la canción, a petición de Moisés.


Quiero ser comercial

Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial…

Va, va biwi va
Critícame ya,
Va, va biwi, va. critica pero ya

No quiero premios, pero sí triunfar.
Yo lo que quiero es por fin publicar.
Y ganar más…
Ya, ya , ya
Y ganar más…
Por fin publicar

No quiero un nobel, tampoco un Nadal.
Yo lo que quiero es fardar y fardar.
Ser comercial…
Ya, ya, ya
Ser comercial…

Yo tengo un libro, tú quieres leerlo, sabes que quieres.. leerlo

Tengo un bombón,
que enseña abdominal,
Sexo y amor,
Es muy original
El chico guapo
siempre gana al final
y el malo ríe con un
Muajajá

Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial
Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial…

Va, va biwi va
Critícame ya,
Va, va biwi, va. critica pero ya

De ganar premios no se vive mal
Pero la Meyer no ha ganao nunca nah
Y mírala ¡AH AH AH TÚ MÍRALA!

Como psicópatas buscamos triunfar
Y nuestro arte nunca entendido está
Ya llegará… Ah ah ah ya llegará.

Yo tengo un libro, tú quieres leerlo, sabes que quieres.. leerlo

Tengo un bombón,
que enseña abdominal,
Sexo y amor,
Es muy original
El chico guapo
siempre gana al final
y el malo ríe con un
Muajajá

Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial
Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial…

Va, va biwi va
Critícame ya,
Va, va biwi, va. critica pero ya

Co co mercial mercial
Biwi nema qué más te da
Co co mercial mercial
Biwi nema qué más te da
Co co mercial mercial
Biwi nema qué más te da
Co co mercial mercial
Te has callao la boca, nena/e

Público yo, es lo que quiero tener
Publicar yo, es lo que quiero hacer
Tú déjame, que ya me apañaré… tú déjame

¡ES LO QUE QUIERO TENER!
¡ES LO QUE QUIERO HACER!
¡ES LO QUE QUIERO TENER!
¡QUIERO SER COMERCIAL!
¡QUIERO SER COMERCIAL!

Tengo un bombón,
que enseña abdominal,
Sexo y amor,
Es muy original

El chico guapo
siempre gana al final
y el malo ríe con un
Muajajá

Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial
Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial…
Oh oh oh oh ohhhh oh oh oh oh oh oh oh ohhh
Quiero ser comercial…

Va, va biwi va
Critícame ya,
Va, va biwi, va. critica pero ya


lunes, 21 de febrero de 2011

Crónica de la 1ª KDD Multiversera

Lo tenía todo listo, había dejado comida preparada, mi hermana se quedaba con "los niños", la mochila estaba lista, llena de ropa de abrigo porque me habían dicho que hacía mucho frío en Madrid, aunque al final decidí llevar parte de la ropa puesta para dejar sitio al libro de la Ni (La elegida de la muerte) que no es precisamente un libro de microrrelatos. Decidí llevarme sólo ese y el (Per)Versiones, cuentos populares, donde aparecen muchos multiverseros, porque de todas formas lo más probable es que al final me olvidara de pedir firmas. Iba a viajar de noche y mis intenciones eran intentar dormir, para la vuelta pensaba comprarme Texturas del miedo, el libro de Ignacio Cid, que hizo el esfuerzo de convencer a la editorial para hacer la presentación el día de la KDD para que pudieramos joderse... digo... estar allí y animarle. 

Sorprendentemente, el viaje transcurrió sin incidentes, incluso pude dormir un poco y no tuve frío. Llevaba una camiseta interior, otra de algodón y el jersey de lana más gordo que tengo, un pañuelo para el cuello y el abrigo que no me hizo falta para taparme en el autobus, también llevaba el gorro y los guantes en el bolso, totalmente preparada para el frío de Madrid. Llegué hacia las siete y cuarto de la mañana, el famoso frío de Madrid no aparecía por ninguna parte así que lo primero que hice fue quitarme la camiseta interior y meterla a presión en la mochila. Bajé al metro y mi intención era irme a una taquilla, pero no había, sólo máquinas, pregunté entonces en información y un chico muy amable se apiadó de mi cara "tengo penalizador a inteligencia" y me acompañó a la máquina y le dio él a todos los botones para sacar el billete, me indicó además la estación en la que tenía que hacer el transbordo para llegar al aeropuerto.

Tuve un pequeño momento de desconcierto al no saber hacia qué anden tenía que ir cuando me di cuenta: ¡no importaba! La línea era circular y fuera por donde fuera, terminaría llegando a mi destino. No hubo problemas para el transbordo en el aeropuerto, llegaba a tiempo para recoger a Ana que llegaba a las ocho y media.

Todo parecía sencillo, la última parada de metro, un sitio pequeñito con solo una posible salida, que no hubiera ningún avión de Gijón en los paneles de información no me preocupaba, por supuesto tampoco sabía en qué vuelo venía ni con qué compañía, ni si al final salía de Gijón o de otra ciudad cercana o si habría pillado algún avión que hacía escala y venía de otro sitio... ¿he comentado ya que no tengo móvil? 

La ocho y media y allí estaba, tiesa como un palo, viendo a la gente salir por la puerta, pero Ana no apareció. A las ocho cuarenta y cinco me di un paseo por la zona, por si había pasado y no la había visto. Las nueve, me apoyo en un pilar. Nueve y diez, me siento en el suelo, está frío. Nueve y cuarto, otro paseo, localizo cabinas telefónicas. Nueve y veinte, me quito el abrigo. Nueve y veinticinco, me pregunto si Manchi y Bry habrán podido volar, si me habré equivocado de día, de ciudad, si todo no habrá sido más que una broma... Me recuerdo a mí misma que Viento llega a las diez y tiene que salir por esa misma puerta, me digo que esperaré hasta las diez y, si no aparece nadie, empezaré a llamar, intento no pensar que me hayan pasado teléfonos falsos...

Nueve y treinta y cinco ¡Sí! ¡Son Manchi y Bry! ¡¡No os podéis imaginar la alegría que me dio verlos! Ellos me contaron los problemas de Ana con el avión, que vendría pero más tarde y decidimos desayunar mientras esperabamos a Viento, hablando sin parar de literatura, proyectos y cotilleos varios de Unos y otros, ya sabéis.

En la cafetería del aeropuerto

Viento llegó a su hora y Manchi se sorprendió de que fuera alto (es lo que tiene aparecer en las fotos agachado junto a la pequeña Lluvia gris) Viento se ofreció a quedarse en el aeropuerto esperando a Ana y nosotros volvimos al metro para llegar a.. donde fuera que hubisemos quedado al final., yo dejé que fueran Manchi y Bry los que guiaran, que ellos están acostumbrados al metro de Barcelona y me informaron de las diferencias con el metro de Madrid y que allí los billetes integrados están realmente integrados. Llegamos sin problemas y sin dejar de hablar, por supuesto, a nuestro destino. Salimos del Metro... está lloviendo. ¿Alguien no se lo esperaba? ¿Qué es una kdd sin lluvia? Esas horas parados en medio de una plaza no serían lo mismo si no lloviera en cada kdd. 

Allí nos encontramos con Leo y Almu, Erein y Nullien, Erynus y Gema, Iulius, ¡qué pena que no pudieras quedarte más! apareció el MAL. Fue el momento de las presentaciones, los reencuentros, besos, abrazos, de preguntar por los que faltaban, de que Erein llamara a Leo imbécil, tonto y retrasado en el mismo minuto y casi sin respirar. Fue también ese el momento en que Bry, Erein, Null y el MAL se reunieron en correo con secretitos ante la mirada preocupada de Leo, yo intentaba pegar la oreja, pero era inútil. "Tú eres Biwi, fuera" me decían, y mi la cara de cervatillo se ve que no me sale tan bien como la de Leo y no se apiadaron de mí (claro que ahora que lo pienso, tampoco se apiadaron de Leo). 



Alguien propone tomar un café, el MAL nos quiere llevar a un sitio superfashion donde... no cabemos. Volvemos al metro para pasarnos por el hostal y dejar las mochilas, esa parte está un poco confusa, recuerdo haber hablado mucho con la gente, entrar en el metro, pasar dos paradas, salir, llegar al hostal, entrar en el diminuto ascensor, dejar las mochilas, seguir hablando sin parar, decidir dejar alli los libros pues el plan era volver después de la presentación de Leo para hacer una tarta y sesión de firmas, acordarnos entonces de los que esperan en la puerta bajo la lluvia y bajar por unas peligrosas escaleras (hasta en las crónicas meto escaleras :p) mientras seguíamos hablando y nos acordábamos de los que no habían podido venir y los echábamos de menos: Marae, Sammy, Adu, Adri, Cuentist, Keneth... y muchos más.

Andamos bajo la lluvia, nos paramos bajo la lluvia, entramos y salimos del metro, se volvió a la idea de tomar un café, no sé porqué seguíamos parados en medio de una plaza, pero había un motivo.

Se acercaba el Invierno, pero no sabíamos porqué puerta del metro saldría así que con Iulius y el MAL nos fuimos a vigilar la otra puerta mientras el grueso del grupo se quedaba en la otra; el hecho de que no supieramos qué aspecto tendría el Invierno cuando saliera no parecía importante, allí parados se nos acercó un chico intentando vendernos un anillo y descubrí que el MAL es casi tan cotilla como yo y que podíamos ponernos a hablar y hablar y hablar sin parar, el pobre Iulius no parece cotilla pero intentamos ponerlo al día. Después se acercó Leo diciendonos que habían decidido esperar dentro de una cafetería, porque el Invierno no llegaba. Al entrar en la cafetería, las chicas seguían cotilleando por lo bajini y mirando de reojo a Leo, sin querer compartir la información ¬¬

Entonces llegó el Invierno, que menos mal que lo acompañaba Scarlett porque había que vernos a todos en la acera de enfrente saltando y moviendo los brazos (no, no hay foto de eso :( ) sin que él se diera cuenta. Se fue Iuls (¡tan pronto!) Llegaron Viento y Ana. Nos ibamos a comer. Vuelve a estar la cosa un poco confusa, llegó Melkor con Ohnaka (creo, no me quedó claro de quien era amigo), llegó Caballero, Magnus y Laura y el chico alto que no recuerdo como se llamaba (lo siento) y un poco más tarde llegó Landy, Vilar-Bou y sus amigos (que esos sí que no llegué a enterarme de quienes eran).


Como podéis ver por la foto, la comida fue en un buffet que había reservado Melkor, yo nunca había comido en un buffet, veo una mesa larga y avanzo y avanzo y avanzo hasta llegar al último rincón y entonces descubro que habría que haberse traído la comida antes de sentarse, para no tener que levantar a toda la fila para salir. De todas formas al principio faltaba mucha gente y había mucho de que hablar, Ana, la Reina de la Melaza, me dio las gracias amablemente por corregirle su novela.


Y Viento nos regaló la maravillosa camiseta del Multiverso. (Momento moñas on:) No me esperaba para nada ese detalle y me hizo muchisima ilusión. Yo siempre he ido de independiente y tiendo a huir de las etiquetas, a ir de un lado a otro sin pertenecer del todo a ningún sitio, nunca he llevado camisetas de mis grupos favoritos, ni cosas de ese tipo, como si solo tuvieran derecho a saber qué cosas me importan los que realmente me conocen, a los que yo decido contarselo... y ese momento en el que vi la camiseta y me sentí tan orgullosa de pertenecer al Multiverso, es... esa sensación de que os conozco de toda la vida aunque en realidad no nos hayamos visto antes, en la crónica de la Hispacón recuerdo que comenté el miedo que me daba la gente, pero no sé si porque ya os conocía a unos cuantos en persona y no me habíais matado ni nada, pero no tenía miedo, sólo muchas ganas de veros. Bueno, momento moñas off. Me quité el jersey y me puse todo orgullosa la camiseta ¡¡Viento muchísimas gracias!!! Fue uno de los momentos más bonitos del día. Y aunque no me gusta poner fotos mías por ahí y es algo que siempre he evitado, por esa camiseta merece la pena.



Ahora sí, momento moñas off.....

Bueno, voy colgando esto y esta noche ya cuelgo lo de la presentación de Leo del tirón.





lunes, 14 de febrero de 2011

Referentes

Hará poco más de un mes que estuve leyendo Esa bella melodía, de Pedro Escudero y una de las cosas que más me llamaron la atención del libro fue cómo usaba referentes culturales para crear una imagen mental sólo con dar el nombre de un personaje universalmente conocido. Es un recurso que me llamó mucho la atención porque funcionaba muy bien, tenía todo el trasfondo del personaje que utilizaba a su disposición con solo dar su nombre y permitía al micorrerlato despojarse de todo lo superfluo para centrarse en la idea.
            
                   Triple Elvis - Andy Warhol
Sin embargo, al mismo tiempo que le vi muchas posibilidades a esta forma de usar referentes, también me pareció que podía ser un recurso problemático si el lector no conoce el referente, pues entonces toda esa significación que se presupone no existe y el microrrelato puede perder su sentido. Pedro lo hizo muy bien porque jugó con referentes muy conocidos, pero en el Certamen de Micorrelatos en el que participé he visto microrrelatos que no he llegado a comprender porque me faltaban las referencias. El recurso me gusta, se establece una gran complicidad con el lector, pero al mismo tiempo la línea que separa lo que puede ser conocido de lo que no es muy fina. En el caso del microrrelato hay que ajustar mucho porque si no, se puede perder el significado del relato.

En relatos largos no ocurre lo mismo, pues los referentes no son parte tan activa del relato, sino que quedan más difusos dentro de la trama y puede ser que el relato pierda un poco si no se conocen, pero puede seguir teniendo sentido de forma independiente. La semana pasada leí varios relatos con referentes, no sé si por casualidad o porque estoy más atenta a ellos ahora y me fijo más cuando aparecen. En uno de ellos en especial me pareció que el referente enriquecía muchísimo el relato, usaba una referencia cinematográfica muy clara, recreando la primera escena de una famosa película y parafraseando la voz del narrador de esa película. El autor no intentaba ocultar la referencia, incluso lo remarca y señala la comparación con la película, la narración del relato también transcurre en flash back, como la película, aunque la historia que cuenta no tiene nada que ver. Me enantó ese juego formal, las referencias y no pude evitar imaginarme al narrador con el rostro de William Holden, el relato funciona bien si no se conocen los referentes, la historia no los necesita, pero el juego de complicidad que se establece con el lector los agradece.

En otra de las historias que estoy leyendo encontré un referente musical y en este caso el referente no funcionó tan bien como en el ejemplo anterior. En este caso era solo un guiño puntual al lector, que a mi, al reconocerlo, me sacó de la historia, como si no me cuadrara encontrarlo en ese contexto.

Los dos anteriores eran referentes que enriquecían o perjudicaban la historia, pero no forman parte realmente de ella, pero también se puede usar el referente como motivo central de la trama, es lo que hacen dos amigas mías, que usan celebraciones culturales como la Navidad o San Valentin para retarse a escribir historias fantasticas donde trasladan las tradiciones a sus mundos inventados. El juego de referentes es la base de estos relatos, donde si no conoces el referente original no te das cuenta de cómo han jugado con ellos ni de la relectura que han hecho, pero usan celebraciones tan conocidas, como la navidad, que es dificil no conocer el referente; el lector puede ver con facilidad las semejanzas y diferencias, la complicidad que se produce en este caso entre lector y autor es total. Un ejemplo es el relato de San Valentín de Ana Morán: Su vida en sueños

Yo raramente he usado referentes de forma tan explícita, normalmente si aparecen son pequeños guiños que intentan no llamar demasiado la atención, me resisto a jugar con el lector de esa manera pensando más en que no va a funcionar que en las posiblidades que da. Tal vez sea el momento de ponerse a experimentar con ello.

jueves, 10 de febrero de 2011

[Microrrelato] En la escalera

Este es el segundo micro con el que he participado en las microjustas literarias de las que os hablaba en la entrada anterior. Esta vez no ha podido ser y he caído de la lid, pero al menos me llevo la satisfacción de haber conseguido contar una historia con 49 palabras, que para mí es todo un record.  

Algunas curiosidades del micro: El que presenté al concurso tenía la palabra "fuerza" donde ahora pone "intensidad", problemas de las prisas por colgar el micro y que no me quitaran el tema, me pasé ayer toda la tarde dandole vueltas a la maldita palabra, ains.
Los nombres de los personajes los saqué del FB, de los dos primeros contactos que me salieron cuando fui a ver los titulares.

Aquí os lo dejo.



En la escalera

El corazón de Javier no debe hacer esfuerzos y ahora late con intensidad. Tercer piso, hasta el tercero puede llegar. Ana deseaba vivir en el cuarto. Mira hacia arriba: dieciséis escalones, un esfuerzo más, apenas dos tramos. Sube.

Se desploma.

Ana cierra la puerta del ascensor.


 Pierre Roy - Danger dans l'Escalier

miércoles, 2 de febrero de 2011

[Microrrelato] De mármol

Lo primero que escribo este año, tras un parón de más de un mes, ha sido este micorrelato para el I Concurso de Microjustas literarias 



De mármol

Respiro polvo, me cubre las manos, el mármol es áspero en la cantera. Le darán vida, cincelarán su cuerpo hasta mostrar lo que lleva dentro.

Yo me quedo aquí, a su sombra, cansado, bañado de blanco, pero no soy mármol.

Me quedo aquí, respirando polvo.


 Cantera de mármol de Carrara, fotografía de Offler